martes, 10 de junio de 2014

Un placer

Si miro atrás, hace un par de meses, cuando comencé a ser alumna de Miguel Sola, no imaginaba que, hoy por hoy, pensaría como pienso.
No terminaba de entender la idea de crear un blog, subir entradas... pero realmente ahora sí que lo comprendo: no darnos todo hecho. Ni rastro de libros, ni rastro de clases teóricas, de exámenes... eramos nosotros los dueños de nuestro aprendizaje, eramos nosotros los que teníamos que informarnos con los documentos del campus, con artículos y vídeos extras y por supuesto con las explicaciones y demostraciones en clase.
Si tuviera que ponerle cara, rostro, una única emoción al transcurso del curso me sería imposible. Por ello, lo he intentado resumir al máximo y quedarme con dos emociones.
Al principio, sentía confusión, estrés.. llegué a clase con unas ideas claras, pensando de cierta manera y mi profesor me decía todo lo contrario. No me terminaba de ubicar.
 En algunas sesiones me sentía sin utilidad, sesiones que  rozaban el aburrimiento e indiferencia, pero quizás el fallo fuese mío, no me quito culpa,  pues al estar un poco desorientada no terminaba de motivarme y encontrarme.
Quizás esa incertidumbre de no saber cómo evalúa, de no tener un guión en el que se base.. quizás ese día de presentación me descolocó un poco.  Y es que claro, estamos acostumbrados al típico profesor fiel a unas pautas, fiel a unos objetivos teóricos y, por supuesto, fiel a los exámenes y de repente nos encontramos con un profesor un tanto curioso y singular, que pone patas arriba todo a lo que estábamos acostumbrados.
A menudo salía de clase preguntándome si aprendería, preguntándome cual era el objetivo de este profesor y de estas clases “atípicas”...  y es que realmente pensaba que no iba a aprender nada.
Hoy me doy cuenta de que no es así, y que, seguramente de los profesores que he tenido hasta ahora, sea uno de los que más he aprendido.  Ha conseguido que me caliente la cabeza, que entienda cosas que antes ni me planteaba..  ha conseguido que,aunque no este de acuerdo en todo, comprenda y mire las cosas desde otro punto de vista.
Me queda otra cara, otra emoción para describir el curso. Claramente sería la de satisfacción, comodidad.  A medida que pasaba el curso me daba cuenta de que estaba aprendiendo, de que estaba ampliando y mejorando lo que ya sabía y que, seguramente, no olvidaré jamás.

Y es que al final hasta echaré de menos el blog.

miércoles, 7 de mayo de 2014


¿SE PUEDE MEDIR EL APRENDIZAJE?

Parece que ya es costumbre que piense algo,  llegue a  clase de Miguel Sola y salga completamente pensando lo contrario. Si ese es el objetivo, conmigo lo consigue cada día. 
Y es que claro, nada más empezar te plantea la siguiente cuestión: ¿Se puede medir el aprendizaje? Y  piensas... hombre medir sería los exámenes que se hacen, las notas que sacas...¿no? Si es eso, claro que se puede medir. De hecho, desde que pise por primera vez un colegio comenzaron a “medir” mi aprendizaje: Exámenes, notas, Progresa adecuadamente...  Es más, te pones a reflexionar y toda mi vida he sido “medida”, o eso creía. 
Pero claro, nadie dijo que una nota realmente midiera el aprendizaje. Que alguien me explique, por favor, que diferencia tiene un 10 de un 9,7 de un 8, un 5 de un 6. Te paras a pensar y dices: a ver, aprobados están , es decir, que saber saben ¿no? Pero ¿Cómo es eso de saberte los ríos de Europa de manera notable? ¿ Cómo se sabe la tabla de multiplicar del 9 con calificación de Bien? 
Antes de ser alumna de Miguel, hubiera contestado sin pensar que el que tiene sobresaliente obviamente sabe más que el que ha sacado un notable. 
Ahora, siendo alumna suya, contestaría de una forma totalmente distinta. 
Y es que, no hay diferencia porque simplemente no muestran nada. Una nota no dice absolutamente nada. 
 Más de uno se preguntará ¿Entonces, quién sabe más, el que ha sacado un 10 o el que ha sacado un 5 ?
Para empezar, he de decir que estamos acostumbrados a esperar una nota, una calificación que lo único que hace, como bien dice Paco Espadas en su artículo “ Escuela sin calificaciones “, es clasificar, buenos y malos, trabajadores y vagos, revoltosos y aplicados...  Y es que, además de agruparnos como se agrupa un banco de peces, una nota suspensa  acelera el proceso de salida de las aulas y es más, estimula las conductas negativas de aquellos que querían abandonarlas desde el principio. 
Eso es lo único que hace,clasificar, formar mano de obra capaz de seleccionar a más mano de obra, elegir y escoger  a las personas que son buenas para ciertas cosas, y rechazar a aquellas que no están preparadas.
Contestando a lo anterior, si por ejemplo has explicado durante un par de semanas los ríos de Europa y pones en el examen cinco ríos concretos, se supondría que sabe más el que contesta adecuadamente a los cinco. Pero esto no es así. Realmente es muy difícil, por no decir casi imposible medir el aprendizaje. Cómo vas a saber si el alumno se ha copiado de su compañero, si se ha puesto nervioso y se ha quedado en blanco pero realmente se lo sabía a la perfección, si se sabía todos los ríos menos esos cinco que preguntó, si tiene inseguridad y aunque se lo sepa, se fía más de las respuestas del otro, si ha tenido suerte y ha contestado a voleo correctamente...
¿Cómo se sabe eso? Es imposible. 
Una nota no dice nada, dígamenlo a mí, que al igual que gran porcentaje de los aspirantes a una plaza de maestro en la Universidad de Madrid, no supe contestar correctamente a preguntas básicas de Geografía, Matemáticas, Lengua Castellana...
En mi anterior blog, argumenté que estos aspirantes a profesores seguramente   estudiaron de cabeza, sin comprender y entender nada. Ahora también digo que el hecho de que, por ejemplo, estos aspirantes no contestaran  correctamente por que provincias pasa el río Guadalquivir, no quiere decir que no sepan nada de Geografía.  Al igual que un que niño  que no sepa contestar que significa la expresión “Guipa al soslayo” no quiere decir que no sepa nada de Lengua Castellana. 
Y es que, una vez mas , en clase de Miguel Sola comprobé que una nota sólo es un número, no refleja absolutamente nada relacionado con el aprendizaje, con la evolución y dedicación.. 
Llegué a clase y ¿Con qué me encuentro? ¡Examen sorpresa! Miguel nos tranquilizó diciendo que eran preguntas muy básicas. Algunas de las seleccionadas fueron: 

1. ¿Qué se consiguió con la paz de Agsburgo?
2. Escribe el número de caras, aristas y vértices del hexaedro.
3. Escribe los principales biomas terrestres.
4. ¿Quién organiza el congreso de Berlín de 1885?Qué se decide?

Pues menos mal que eran fáciles y básicas... ¿Mi nota final? 2.25. Y, he de decir, que hasta me puse más nota. Imagínense. Sin embargo, aquí estoy, cursando primero de Educación primaria y con unas notas de Selectividad y Bachillerato bastante buenas. Un tanto contradictorio. 
Si saqué buenas notas en los años anteriores,¿Cómo es que no saqué buena nota en ese examen ? Para que veáis lo que una nota refleja. Nada de nada. 
Pero bueno, partiendo de que es obligatorio los exámenes, las notas... partiendo de que vamos a estar eternamente clasificados, dados a un grupo determinado, al menos si ponen notas, que lo hagan con un mínimo de criterio.
Que las notas sean injustas no quiere decir que los profesores tengan que serlo.Pero  por desgracia sí que lo son. Y mucho. 
Y ahora voy a justificar esto con una experiencia personal.
Me acuerdo que cursaba Primero o Segundo de la ESO, y tenía un examen de Lengua. Hice el examen y me salio perfecto. O un 9 o un 10, pensaba yo. Mi nota final fue de 6,5. Indignante. 
A finales de curso, en la cena soltó Don Manuel, que así se llamaba: Sí, es que cuando llevas corrigiendo horas y horas.. no puntúas igual al primero que al último. A los primeros los coges con mas ganas.
 ¿Con más ganas de que? ¿De poner peores notas? ¿De ser más estricto ( por no decir otra palabra)?
Así de injusto señores, y así de real. No sabemos en que momento corrigen, si les pilla mosqueados, si están felices porque les ha tocado la lotería, si tiene un mal día... y queramos o no, eso afecta.  

Por todo ello se llegó a un consenso que recoge la Ley de Educación de que la evaluación continua es la única manera, más o menos justa, de evaluar el aprendizaje. Pero como bien afirma Fernando García Gutiérrez, evaluación continua y examen son dos conceptos completamente contrarios.
Deberíamos entender la evaluación como una herramienta para  comprender y mejorar el proceso de aprendizaje de nuestros alumnos en lugar de cómo un instrumento de sanción y selección. 
Deberíamos  sustituir esas horas dedicadas a corregir exámenes, por horas provechosas, por horas de investigación, de búsqueda de nuevos métodos, nuevas estrategias encaminadas al único objetivo que debe tener un profesor: crear las mejores condiciones para que el alumno aprenda.
Analizar en  qué fallan más los alumnos, buscar nuevas métodos,nuevas formas de enseñar con el fin de cambiar para mejorar, y finalmente mejorar para aprender. 
Ese es el objetivo.
No me importa  una nota. Sólo debe importarme que aprendan, que estén rodeados de un ambiente educativo, feliz, basado en el compañerismo, respeto..
Crear personas repletas de valores, que sepan, el día de mañana, convivir en sociedad respetando las normas de convivencia exigidas.
Dewey decía mucho eso de “ aprender haciendo”, aprendamos nosotros, los futuros profesores a buscar, investigar, aprendamos a corregir nuestros errores y sacar partido y provecho de ellos.
Y es que cuánta razón en el título del libro de Frank Smith “ Como la educación apostó al caballo equivocado”. Quizás sí que apostó por el caballo equivocado, claro que sí, pero en las manos de los actuales y futuros docentes está que, el día de mañana, apuesten por el caballo ganador.  

miércoles, 9 de abril de 2014

¿SE SABE SER MAESTRO ANTES DE SERLO?

A lo largo de las semanas hemos tocado diversos puntos que me han hecho reflexionar y pensar sobre el titulo de este post. A continuación hablaré de varios temas que considero importantes.
Hablemos de la incorporación de las TIC en el aula. 
Estoy completamente a favor de que el profesor utilice los nuevos avances que la tecnología nos aporta,que la tecnología nos facilita, desde pizarras electrónicas, hasta ordenadores en aulas. Hasta aquí todos de acuerdo. El fallo llega cuando hablamos de cómo lo utilizan. Veamos dos ejemplos.
Clase de Geografía sin el uso de las nuevas tecnologías.
Profesor que enseña los ríos de España sacando a sus alumnos al mapa.( estrategia muy innovadora, por cierto) Señálame el río Genil. Mal Fulanito. Ahora el Guadalquivir. Muy bien Menganito. Y así, hasta sacar a toda la clase.
Clase de Geografía con el uso de las nuevas tecnologías.
Profesor que enseña los ríos de España sacando a sus alumnos ahora, a una pizarra electrónica,con un programa donde aparecen todos los ríos y afluentes de la Península. ¿Qué magnífica innovación, verdad? Hemos pasado de un mapa de papel, a un programa informático. Fantástico.
Y es que ya lo hablamos en clase debatiendo sobre un artículo de Manuel Fernández Navas,  los profesores no saben aprovechar las nuevas tecnologías, no saben utilizarlas de manera provechosa. Creen que, por el simple hecho de encender la pantallita, ya están introduciendo las tic en el aula y, evidentemente, no. Entones, me pregunto ¿Por qué no saben sacar partido de ellas? Pues simplemente, porque no investigan, no se informan, no saben qué hacer con ellas ni como introducirlas en clase. Por ello, para mí, son unos ignorantes en este ámbito. Pero ignorantes porque ellos quieren, todo hay que decirlo. 
Dentro de 20 años, si estos docentes no investigan, no amplían sus conocimientos, pasarán a ser sustituidos por máquinas, ya que al fin y al cabo, un robot podría dar la clase del mismo modo, incluso mejor. 
Hablemos ahora de formación, que la ocasión lo merece.
Acabo de llamar a los profesores ignorantes. Y sí, fallo mío quizás el de generalizar, puesto que si que existen esas personas, esos docentes que adoran su profesión, que viven por y para su trabajo, que se forman día a día ,y ya no sólo por completar su currículum, sino por satisfacción personal, por ganas de superación, por ganas de aportar algo nuevo a la educación e intentar mejorarla. Pero claro, por desgracia, estos no son tantos como los que ven su trabajo como una carga, como un peso que no les gusta asumir. “Si en lugar de extender la imagen negativa de unos pocos a todo el colectivo se denunciase y persiguiese la conducta de unos pocos, lo cual por cierto es sencillo y barato, a todos nos iría mucho mejor” Cuánta razón en las palabras de Miguel Sola, y es que , en la educación,pagan justos por pecadores. 
Ahora bien, me planteo algo que me parece muy interesante ¿ Cuando acabe el grado de Educación Primaria estaré lo suficientemente preparada como para dar clase? ¿Sabré innovar, dar en el clavo con nuevas estrategias?¿Podré captar la atención de mis alumnos e intentar que no se aburran en clase?¿Conseguiré que vayan a casa contándoles a sus padres lo bien que se lo han pasado hoy en clase y lo que han aprendido?¿Lo conseguiré? Espero que sí. Pero no es fácil. De hecho, nadie dijo que lo fuera.
Un buen profesor debe estar formado, bien formado. En la facultad te bañan con un sin fin de teorías y  conocimientos, con la intención de crear una base. Pero realmente no te enseñan cómo dar una clase, qué hacer con los niños para mantenerlos atentos y firmes. 
Por ello,  para llegar a ser un buen profesional y poder sentirte realizado, el profesor debe además ser investigador. Debe ser curioso, interesado.. debe saber que la formación no acaba con un apretón de manos a tus profesores de la facultad, no, ahí no acaba. La formación sigue. Y de cada uno depende el seguir completándola.
Existen cursos, conferencias, viajes... que sirven de mucho a la hora de coger, seleccionar estrategias y modos de dar clase. Ver, observar profesores ya veteranos, preguntarles dudas, inquietudes.. ayuda bastante y te enriquece como profesional de la enseñanza. 
Y es que quien no quiera completarse como docente, es porque realmente, no le interesará tanto la educación, ni muchos menos, los alumnos. 
La formación permanente, por tanto, es imprescindible. Pero también cabe decir que se podría orientar de otra forma. Me explico. Estamos en la carrera en la que te intentan hacer ver que el profesor 10, por así decirlo, debe ser  creativo, interesado, abierto, inteligente, empático.. y un gran abanico de adjetivos. Y es que no sé si debería,pero voy a dar mi mas sincera opinión. Es un poco contradictorio que me intenten inculcar que un buen profesor no debe seguir un guión, que un buen profesor no debe ser una marioneta que siga las directrices del libro.. y llego a clase, y ¿Con qué me encuentro? Con ciertos profesores que dedican sus clases a leer un power point. ¿Cómo quieren que vaya motivada a clase si lo que está haciendo lo puedo hacer yo en mi casa? ¿Dónde está la creatividad e innovación ahí? Yo no la veo por ninguna parte. 
Y es que al final consiguen, lo que todos, que memoricemos como mulos y que no aprendamos nada. Sí, suena un poco contradictorio que, especialmente, en esta docencia, pretendan que hagamos en un futuro algo que ellos primero no cumplen. 
Ahora, como bien he dicho antes, no todos son así ni mucho menos. Se nota quién vive por su trabajo, y quién realmente no. Se nota quien trabaja en casa, se prepara las clases y no sigue un guión, y quién no. Se nota.
Menos memorieteo, y quizás más actividades tipo “ pinta y colorea”.
Hablemos ahora de las opiniones sociales  respecto a la carrera de Magisterio.
Algunos piensan que Magisterio es la carrera “fácil” , la carrera dónde se “pinta y colorea”, pero no todos están hechos para ser profesores ni mucho menos. Me gustaría ver a un abogado delante de 30 niños, a ver como se desenvolvería.
Bien lo dice Manuel Navas en su artículo, y es que no puedo estar más de acuerdo con él. Generalmente, todas las personas cargan muchísimas tintas contra la educación, y contra los profesores. No es la primera vez, ni mucho menos, que oigo cosas tal que así :  En magisterio no se estudia. Todo el mundo aprueba. Sólo cantan, juegan y se divierten.  Típico.
Y en parte, les doy la razón. Claro que coloreamos y pintamos, claro que todo el mundo aprueba. Pero porque estudian. No te regalan el aprobado. Lo fácil es eso, criticarnos porque  tocamos la flauta, bailamos, nos lo pasamos bien.. pero también hay que estudiar materias de mayor dificultad: Psicología, Trastornos educativos..  donde, yo como actual estudiante universitaria, ya os digo, que si no se estudia, olvídate. 
Ahora bien, Magisterio, la profesión de ser maestro, a la que tantos políticos vacilan de que es una de las mas importantes, realmente, es desvalorizada socialmente. Y es que, una cosa es lo que anteriormente he dicho y otra muy distinta es que tan solo un mínimo porcentaje de los aspirantes a una plaza de maestro en la Universidad de Madrid contestó correctamente a preguntas básicas de Geografía y  Matemáticas. Un poco patético. 
Y es que ¿Por qué no fueron capaces de contestar a preguntas tan básicas cómo por ejemplo, por que provincias pasa el río Guadalquivir?¿Por qué no fueron capaces ?Porque realmente han estudiado de cabeza. Aquí se ve que no han entendido lo que estudiaron, ni que se lo enseñaron de manera diferente y didáctica. 
Pero ¿Qué pasa con los que van a los colegios privados ? A ellos no se les realiza ninguna prueba previa. No sabemos si  contestarían adecuadamente o si no. No lo sabríamos.
Pues bien, después de este recopilatorio, me gustaría contestar al título de esta entrada “¿Se sabe ser maestro antes de serlo?” y es que si alguna duda tenía, estas semanas en clase se han esfumado. No se sabe ser maestro antes de serlo, por supuesto que no. Un buen maestro se crea con formación, con estudios, con investigación, trabajo y esfuerzo. Antes pensaba que quizás, podía ser un oficio vocacional. De hecho, cierta parte de mí, lo sigue pensando. No todos están hechos para enseñar ni mucho menos. Pero no sólo sirve tener ganas y pasión por los niños. Con eso no se enseña. 
Y es que si una cosa tengo clara, es que no quiero que mis alumnos piensen lo mismo que yo de mis antiguos profesores. Para ello, intentaré ser diferente, única. Formarme plenamente para que ni nada ni nadie pueda juzgarme. Quién algo quiere algo le cuesta ¿no?






domingo, 23 de marzo de 2014

SI NO ESTAS DISPUESTO A EQUIVOCARTE, NUNCA LLEGARÁS A NADA ORIGINAL

Fin de la semana y fin del proyecto : Crear las mejores condiciones para que el alumno aprenda. 
A lo largo de la semana hemos trabajado en clase distintas cuestiones que me han hecho recapacitar sobre por qué es necesario que el alumno se mueva en un ambiente adecuado, cooperativo, y por supuesto, educativo.
Ya lo comenté en unos de mis blog, y es que como bien se refleja en la película vista en clase “Diarios de la Calle”, trabajando en el aula y fuera de ella, la profesora se ganó a los alumnos,hizo que  sintieran deseo por aprender con temas que de verdad despertaban su interés y sus ganas por saber más, por investigar y ser dueños de su propio aprendizaje.
Y es que para despertar la motivación en  los alumnos existen numerosas estrategias de aprendizaje, como es el caso del  aprendizaje basado en proyectos. 
En esta estrategia se le asigna un proyecto con un cierto grado de complejidad a un grupo de alumnos, los cuáles deberán trabajar en ello en relación a sus propios conocimientos . Siempre podrán pedirle ayuda al profesor, pero este aparecerá como un simple guía, pues les intentará resolver dudas, pero no realizará el trabajo que ellos tienen que hacer. Así se medirá la madurez educativa del niño y su capacidad de respuesta e improvisación.
Otra estrategia sería el aprendizaje basado en problemas. Esta estrategia consiste en que un grupo de alumnos, de manera autónoma, buscan respuesta a una cuestión o tema dado en clase. El profesor ,también aparece aquí como guía, en ningún momento facilitará información demás. El objetivo de este tipo de estrategia  no es que la solución del problema  sea correcta. Ni siquiera se le exige que tengan una solución. Simplemente buscan  que el estudiante sea capaz de razonar y descubrir qué  necesita para llegar a avanzar en el caso y para poder encontrar una respuesta, solución coherente
Los niños ahora ven  en ellos una responsabilidad que antes no tenían, y se sienten motivados a la hora de realizar el trabajo, pues quieren que el profesor reconozca el esfuerzo y dedicación invertida. No es lo mismo el típico trabajo en clase con ayuda del profesor que estos tipo de estrategias. El estudiante siente que es el protagonista de su aprendizaje , y por lo tanto, que puede aprender por cuenta propia.
Además los discentes interactúan entre sí en un ambiente cooperativo y de trabajo, favoreciendo la socialización entre iguales.
Y es que nosotros, como futuros docentes,debemos crear el mejor ambiente posible, un ambiente educativo basado en el respeto, motivación,cooperatividad, interacción..  
A continuación voy hablar de un ejercicio que realizamos en la clase del magistral Miguel Sola, y que debo decir, que me encantó y me sirvió de mucho.
Al principio , seleccionó a tres de nosotros, y les entregó un papel, el cuál contenía un determinado rol de profesor que a continuación deberían desempeñar.
Cada uno de ellos tenía su propio grupo de alumnos, cuya función era crear un pueblo con plastilina sobre un papel. 
Cada uno de los componentes de cada grupo realizaron el pueblo de acuerdo al rol que desempeñaba su profesor. Cuando terminamos, surgieron resultados muy distintos.

- El primer pueblo resultó ser el mejor estructurado y organizado. Sin embargo, el rol de profesor era el de pasota, no hacía caso a sus alumnos y dejaba que estos hicieran lo que quisieran. Sorprendente ¿no?. Pero esto no siempre sucede así. Los profesores que optan por pasar de su trabajo, por pasar el rato sin preocuparse por sus alumnos, puede conllevar  a dos tipos de reacciones en ellos : o bien que por su propia voluntad y responsabilidad realicen la tarea y trabajen, o bien charlar, jugar con sus compañeros, estar con el móvil... de todo menos aprender.
Si hablamos de evaluación ,estos tipos de profesores lo tienen fácil. Generalmente suelen aprobar a toda la clase para no buscarse problemas y además, por desgracia, se guían de las apariencias, pues como realmente no conocen al alumno ni su evolución , juzgan a simple vista. Tú me has caído bien, más nota. Tú que pareces revoltoso, peor nota. Así de injusto y así de real.

- El segundo pueblo, del cuál yo formaba parte, quedó en segunda posición. Estaba bien organizado, y con bastantes detalles que gustaron a la clase. El rol que tenía el profesor era el de autoritario, y es que, Jose Luis, el que hacía de docente, lo hizo a la perfección. Nada más empezar la actividad no hacía mas que dirigir y ordenar. Esto no es así. Haz esto de tal manera. Esto esta fatal. Lo rompía y te hacía que lo hicieras de nuevo. A mí personalmente me castigó e  hizo que repitiera una fuente. Al finalizar la práctica  estábamos debatiendo sobre los resultados obtenidos y su repercusión en la escuela y en el papel del maestro, y el profesor Miguel me preguntó por qué creía que mi profesor me había castigado. Sin pensar dije con palabras textuales :
-Porque estaba mal.
 Entonces, él me dijo : 
-¿ Crees que te castigó porque lo habías hecho mal o porque no lo hiciste como el quería? 

Si me castigó fue porque no hice la fuente como me pidió , no porque estuviera mal. Pero es que desde pequeña me han inculcado este autoritarismo por parte del profesor. Lo que el profesor dice es lo correcto. Sólo el profesor tiene la razón y hay que hacerle caso en todo.Y  esto, obviamente, no es así.
Este autoritarismo es el que poseen aquellos docentes que se exigen resultados, calificaciones,  que están pendientes de los rankings pisa y de que sus alumnos saquen las mejores notas. Por desgracia, este profesor se creerá que porque sus alumnos saquen dieces será  mejor profesor. Y NO.
Es muy fácil evaluar desde esta perspectiva. Tú que has hecho tres figuritas de plastilina tienes un 7. Este otro que ha hecho una un 5, y este que no ha hecho nada, suspenso. Me gustaría saber, de verdad qué es lo que, en esa actividad, en ese tiempo, los alumnos han aprendido. Ya lo digo yo, NADA.
En el simulacro de mi grupo con profesor autoritario, las sensaciones que tuvimos eran : agobio, presión, exigencia, rapidez.. ¿Esto es lo que queremos despertar en nuestros alumnos?¿En ese ambiente educativo queremos que trabajen ? Yo, por lo menos, no .

- El tercer pueblo no salió muy bien parado, y obtuvo la última posición. Estaba un poco desordenado y las proporciones muy alteradas. El rol que desempeñaba el profesor era el de democrático, y aunque no obtuviera el mejor resultado a simple vista, es el papel idóneo para el docente en la escuela. Cuando le preguntamos  al “profesor” que cómo evaluaría a sus “alumnos” nos dijo textualmente :
- Si te digo la verdad, no sabría que nota ponerles puesto que no he estado pendiente del resultado de cada uno. Me he preocupado más por recibir opiniones e intentar ayudarles a la hora de realizar el pueblo. Intentar que todos participen y que muestren sus ideas. Esto es lo que queremos. Esto.

¿Cuándo nos entrará en la cabeza que es el proceso,la evolución y dedicación lo importante? ¿Cuándo nos daremos cuenta de que una nota no muestra realmente nada?¿Cuándo?
Espero que pronto.
Además debemos potenciar un ambiente en el que el alumno se sienta cómodo tanto con sus compañeros como con el propio profesor. No debe de estar cohibido  a la hora de preguntar dudas, y pienso que la mayor parte de responsabilidad de esto, la tiene el docente.
El profesor debe abrirse a sus alumnos, debe hacer que sus alumnos no tengan miedo a preguntar, miedo  a hablar. Que participen y se relacionen es muy importante.
Por eso me planteo, ¿Son importantes las preguntas en la escuela? Por supuesto.
Si queremos convertir la escuela sólo hay que cambiar la forma de dar clase, es decir, sustituir un tipo de clase basada en el profesor rígido que permite seleccionar a los buenos de los supuestamente “malos”, que no resuelve dudas ni permite hablar en clase, por el profesor abierto, preocupado porque sea el mayor número de alumnos los que entienden sus explicaciones, aquel profesor que resuelve todo tipo de dudas y que muestra mucho interés por la retroalimentación de saberes,  por el proceso, la evolución, la transmisión de valores...
Otro aspecto a destacar que, bajo mi punto de vista, sería imprescindible para fomentar un ambiente idóneo para el alumno, es el hecho de formar, crear, una escuela inclusiva, y por consiguiente, un aula inclusiva.
Pero claro, no es tan fácil. Todos, si que es verdad, tenemos claro que apoyamos la inclusividad en el aula, pero una cosa es apoyarla y otra implantarla. 
Pienso que en los tiempos que corren es muy difícil, por no decir, casi imposible, conseguir una escuela inclusiva, una escuela donde niños y jóvenes independientemente de su origen, sus condiciones personales, sociales o culturales, incluidos aquellos que presentan cualquier problema de aprendizaje o discapacidad, sean capaces de aprender y beneficiarse de una enseñanza adaptada a sus necesidades. 
Si de verdad apostáramos por la inclusividad, no dejaríamos, por ejemplo,  a una profesora sola al cargo de 30 alumnos, de los cuáles, uno tiene síndrome de Asperger y otro TDH.
Es prácticamente imposible que esa profesora pueda llevar un ritmo de clase, puesto que aquellos niños con dificultades de aprendizaje necesitan de una ayuda extra, necesitan de un “empujoncito”. Lo ideal sería que en ese aula estuviera una especialista a modo de apoyo, que ayudara a la profesora a conseguir un idóneo ritmo de aprendizaje, donde todos consigan llegar a lo previsto.
Pero como acabo de decir, eso sería LO IDEAL. 
Para ello se necesitaría mucha inversión, y como todos sabemos, es la educación, al parecer, de dónde primero se recorta.

Ya lo decía Ken Robinson, “ Si no estás dispuesto a equivocarte, nunca llegarás a nada original”.  Y es que si algo  tiene la educación hoy, es indiferencia por cometer fallos, porque desde luego, cometer los cometen y  equivocarse, se equivocan.
Bien chicos, ya cumplimos la primera parte, ahora toca esperar lo “original”.
En nuestras manos está que no tarde en llegar.


lunes, 10 de marzo de 2014

LA LOMCE NO ES LA SOLUCIÓN

Hoy me gustaría dedicar mi blog al tema de la LOMCE, aquella Ley Orgánica que apuesta por la mejora de la calidad educativa, aquella ley que "apuesta" por una educación mejor y que nos beneficiará a todos.
Suena bien ¿Verdad? Sólo necesitamos cinco minutos para pararnos a ojear sus principios y en qué se basa para cambiar de opinión. Sólo cinco minutos.
Como futura maestra, me interesa bastante las leyes educativas que implantan con el fin de " satisfacer" al sistema educativo, leyes inútiles y que se basan en unos principios incoherentes y fuera de lugar.
Pero claro, me preguntaréis que por qué estoy en contra de esta ley si a priori suena bien
Y es que , ¿Por qué rechazarla?

  • Porque desde que el PP ha puesto de Ministro a Wert, ha recortado alrededor de 5000 millones de euros en Educación, situándonos así a la cola de la OCDE y la Unión Europea.
  • Porque ha puesto a la cola del paro a miles de profesores y profesoras 
  • Porque ha masificado aulas
  • Porque ha subido de una manera brutal las tasas universitarias y recortadas las becas y ayudas, limitando así la educación consiguiendo que estudien aquellos que tengan dinero.
  • Porque está desmontando la educación pública, eliminando la igualdad de oportunidades en el acceso al derecho de la educación.
  • Porque propone un sistema de evaluación que es una auténtica carrera de obstáculos y que será utilizado exclusivamente para seleccionar a los mejores estudiantes y no como instrumento de superación de las dificultades.
  • Porque conseguirá con los recortes y la contrarreforma implantar un modelo ideológico que supone la vuelta del sistema de enseñanza franquista y que apuesta por la escuela privada y concertada en lugar de la pública.
  • Y una larga lista de porque...


Sólo con ojear estos principios nos damos cuenta de que, como bien redacto en el título de este post,  la LOMCE NO ES LA SOLUCIÓN.

lunes, 3 de marzo de 2014

CREAR LAS MEJORES CONDICIONES PARA QUE EL ALUMNO APRENDA

Motivar al alumnado. Despertar el interés por aprender y saber del mundo que les rodea. Intentar formar personas justas y libres de prejuicios, personas capaces de saber elegir correctamente y vivir óptimamente en sociedad, de acuerdo a las normas de convivencia exigidas.
Todo eso es lo que esperó despertar en mis  alumnos. Pero claro, nadie dijo que fuera fácil.

El docente tiene que tener claro primero lo que quiere conseguir y despertar en sus alumnos. Luego, se planteará y buscará los métodos adecuados para conseguirlo.
Por ello es que nosotros, los futuros profesores, debemos de crear las mejores condiciones para que el alumno aprenda, para que el alumno se vea motivado y vea la clase como un lugar ameno y didáctico, donde, además de estudiar y aprender,se va a disfrutar y divertirse.
Pero, como todos sabemos, no todos los alumnos son de la misma condición. Cada niño es un mundo. Diferentes entornos y familias, problemas económicos, barrios marginales...
Todo estos agentes influirán a la hora de formar la personalidad del niño, creando así personas con diferentes formas de ver la vida, con distinto humor... En resumen, creando personas únicas.
Aquí haré referencia a la película que vimos en clase la semana pasada, titulada "Diarios de la calle".
En esta película, una nueva profesora se enfrenta a una clase conflictiva, donde los alumnos no tienen ningún interés por aprender, una clase que, los antiguos profesores, daban por perdida y que no apostaron por ella en ningún momento, ni intentaron motivarles y ayudarles. Hasta que llega la nueva maestra, que con buenos modales y nuevos métodos hace que, poco a poco, los jóvenes sientan el deseo por aprender con temas que de verdad le interesan.

Pero esto necesita tiempo y trabajo. De la noche a la mañana no vamos a despertar las ganas y el interés en alumnos que están cerrados y que parecen inabordables desde la perspectiva del conocimiento.
Por ello es que un buen profesor debe ser paciente, y apostar por los resultados a largo plazo. Mejor tarde y bien hecho que pronto y mal  ¿no?

miércoles, 19 de febrero de 2014

¿QUÉ ESCUELA QUEREMOS PARA LA SOCIEDAD EN  LA QUE VIVIMOS?

Ya era hora de empezar a trabajar, y que mejor forma de hacerlo que contestando al título de este post,"¿Qué escuela queremos para la sociedad en la que vivimos?" A simple vista parece una pregunta fácil e idónea, que cualquier persona es capaz de formular, pero ¿Es fácil contestarla?
Seguramente, todos tenemos una idea fija y clara de cómo debería ser la escuela perfecta, la escuela dónde los niños vayan a clase a divertirse aprendiendo, a disfrutar de sus compañeros y profesores, una escuela en la que reine la igualdad y todos puedan acceder al conocimiento y la enseñanza. En resumen, buscamos una escuela impecable

En la conferencia de Francesco Tonucci, psicopedagogo y dibujante italiano, nos habla sobre cómo debería ser la escuela del mañana, una escuela basada en la creatividad, capaz de despertar el interés y motivación por aprender en el niño.
Y es que ¿De que me sirve que los niños aprendan de memoria todos los golfos y cabos de España por orden? Ah sí, conseguiré que odien la asignatura. Conseguiré que vengan desmotivados y que no presten nada de atención a mis explicaciones. Y esto, pienso que es lo peor que le  puede pasar a un profesor.

En la escuela de ayer, del pasado, de nuestros abuelos y padres las clases eran mucho más teóricas, estrictas, divididas por sexos... El profesor era la postura más respetada, el que poseía el conocimiento y el encargado de mantener el orden y el respeto en el aula. Por otro lado,  el alumno se limitaba a estar sentado, durante continuas horas, escuchando las explicaciones del profesor y cogiendo apuntes.
 Esto claramente debe cambiar. El profesor de hoy y del mañana,  debería de aparecer además del poseedor del conocimiento, como el "facilitador" , pues como bien decía Rogers, autor de las teorías antiautoritarias, el profesor debía de apoyar y atender al "cliente", que sería el alumno, en sus dificultades de aprendizaje.
Un buen profesor antes de hablar, antes de enseñar su primera lección, escucha y entiende a sus alumnos.
Por ello pienso que como futura docente, la tarea mas importante que tengo es despertar las ganas de aprender en mis alumnos.Tengo en mis manos el poder de buscar nuevos métodos encaminados a captar la atención y entusiasmo del niño, el poder de cambiar, y a ser posible, mejorar el sistema educativo. Y, si no lo consigo, por lo menos estaré orgullosa de haberlo intentado.


"El profesor no es el saber sino el mediador del saber".