miércoles, 9 de abril de 2014

¿SE SABE SER MAESTRO ANTES DE SERLO?

A lo largo de las semanas hemos tocado diversos puntos que me han hecho reflexionar y pensar sobre el titulo de este post. A continuación hablaré de varios temas que considero importantes.
Hablemos de la incorporación de las TIC en el aula. 
Estoy completamente a favor de que el profesor utilice los nuevos avances que la tecnología nos aporta,que la tecnología nos facilita, desde pizarras electrónicas, hasta ordenadores en aulas. Hasta aquí todos de acuerdo. El fallo llega cuando hablamos de cómo lo utilizan. Veamos dos ejemplos.
Clase de Geografía sin el uso de las nuevas tecnologías.
Profesor que enseña los ríos de España sacando a sus alumnos al mapa.( estrategia muy innovadora, por cierto) Señálame el río Genil. Mal Fulanito. Ahora el Guadalquivir. Muy bien Menganito. Y así, hasta sacar a toda la clase.
Clase de Geografía con el uso de las nuevas tecnologías.
Profesor que enseña los ríos de España sacando a sus alumnos ahora, a una pizarra electrónica,con un programa donde aparecen todos los ríos y afluentes de la Península. ¿Qué magnífica innovación, verdad? Hemos pasado de un mapa de papel, a un programa informático. Fantástico.
Y es que ya lo hablamos en clase debatiendo sobre un artículo de Manuel Fernández Navas,  los profesores no saben aprovechar las nuevas tecnologías, no saben utilizarlas de manera provechosa. Creen que, por el simple hecho de encender la pantallita, ya están introduciendo las tic en el aula y, evidentemente, no. Entones, me pregunto ¿Por qué no saben sacar partido de ellas? Pues simplemente, porque no investigan, no se informan, no saben qué hacer con ellas ni como introducirlas en clase. Por ello, para mí, son unos ignorantes en este ámbito. Pero ignorantes porque ellos quieren, todo hay que decirlo. 
Dentro de 20 años, si estos docentes no investigan, no amplían sus conocimientos, pasarán a ser sustituidos por máquinas, ya que al fin y al cabo, un robot podría dar la clase del mismo modo, incluso mejor. 
Hablemos ahora de formación, que la ocasión lo merece.
Acabo de llamar a los profesores ignorantes. Y sí, fallo mío quizás el de generalizar, puesto que si que existen esas personas, esos docentes que adoran su profesión, que viven por y para su trabajo, que se forman día a día ,y ya no sólo por completar su currículum, sino por satisfacción personal, por ganas de superación, por ganas de aportar algo nuevo a la educación e intentar mejorarla. Pero claro, por desgracia, estos no son tantos como los que ven su trabajo como una carga, como un peso que no les gusta asumir. “Si en lugar de extender la imagen negativa de unos pocos a todo el colectivo se denunciase y persiguiese la conducta de unos pocos, lo cual por cierto es sencillo y barato, a todos nos iría mucho mejor” Cuánta razón en las palabras de Miguel Sola, y es que , en la educación,pagan justos por pecadores. 
Ahora bien, me planteo algo que me parece muy interesante ¿ Cuando acabe el grado de Educación Primaria estaré lo suficientemente preparada como para dar clase? ¿Sabré innovar, dar en el clavo con nuevas estrategias?¿Podré captar la atención de mis alumnos e intentar que no se aburran en clase?¿Conseguiré que vayan a casa contándoles a sus padres lo bien que se lo han pasado hoy en clase y lo que han aprendido?¿Lo conseguiré? Espero que sí. Pero no es fácil. De hecho, nadie dijo que lo fuera.
Un buen profesor debe estar formado, bien formado. En la facultad te bañan con un sin fin de teorías y  conocimientos, con la intención de crear una base. Pero realmente no te enseñan cómo dar una clase, qué hacer con los niños para mantenerlos atentos y firmes. 
Por ello,  para llegar a ser un buen profesional y poder sentirte realizado, el profesor debe además ser investigador. Debe ser curioso, interesado.. debe saber que la formación no acaba con un apretón de manos a tus profesores de la facultad, no, ahí no acaba. La formación sigue. Y de cada uno depende el seguir completándola.
Existen cursos, conferencias, viajes... que sirven de mucho a la hora de coger, seleccionar estrategias y modos de dar clase. Ver, observar profesores ya veteranos, preguntarles dudas, inquietudes.. ayuda bastante y te enriquece como profesional de la enseñanza. 
Y es que quien no quiera completarse como docente, es porque realmente, no le interesará tanto la educación, ni muchos menos, los alumnos. 
La formación permanente, por tanto, es imprescindible. Pero también cabe decir que se podría orientar de otra forma. Me explico. Estamos en la carrera en la que te intentan hacer ver que el profesor 10, por así decirlo, debe ser  creativo, interesado, abierto, inteligente, empático.. y un gran abanico de adjetivos. Y es que no sé si debería,pero voy a dar mi mas sincera opinión. Es un poco contradictorio que me intenten inculcar que un buen profesor no debe seguir un guión, que un buen profesor no debe ser una marioneta que siga las directrices del libro.. y llego a clase, y ¿Con qué me encuentro? Con ciertos profesores que dedican sus clases a leer un power point. ¿Cómo quieren que vaya motivada a clase si lo que está haciendo lo puedo hacer yo en mi casa? ¿Dónde está la creatividad e innovación ahí? Yo no la veo por ninguna parte. 
Y es que al final consiguen, lo que todos, que memoricemos como mulos y que no aprendamos nada. Sí, suena un poco contradictorio que, especialmente, en esta docencia, pretendan que hagamos en un futuro algo que ellos primero no cumplen. 
Ahora, como bien he dicho antes, no todos son así ni mucho menos. Se nota quién vive por su trabajo, y quién realmente no. Se nota quien trabaja en casa, se prepara las clases y no sigue un guión, y quién no. Se nota.
Menos memorieteo, y quizás más actividades tipo “ pinta y colorea”.
Hablemos ahora de las opiniones sociales  respecto a la carrera de Magisterio.
Algunos piensan que Magisterio es la carrera “fácil” , la carrera dónde se “pinta y colorea”, pero no todos están hechos para ser profesores ni mucho menos. Me gustaría ver a un abogado delante de 30 niños, a ver como se desenvolvería.
Bien lo dice Manuel Navas en su artículo, y es que no puedo estar más de acuerdo con él. Generalmente, todas las personas cargan muchísimas tintas contra la educación, y contra los profesores. No es la primera vez, ni mucho menos, que oigo cosas tal que así :  En magisterio no se estudia. Todo el mundo aprueba. Sólo cantan, juegan y se divierten.  Típico.
Y en parte, les doy la razón. Claro que coloreamos y pintamos, claro que todo el mundo aprueba. Pero porque estudian. No te regalan el aprobado. Lo fácil es eso, criticarnos porque  tocamos la flauta, bailamos, nos lo pasamos bien.. pero también hay que estudiar materias de mayor dificultad: Psicología, Trastornos educativos..  donde, yo como actual estudiante universitaria, ya os digo, que si no se estudia, olvídate. 
Ahora bien, Magisterio, la profesión de ser maestro, a la que tantos políticos vacilan de que es una de las mas importantes, realmente, es desvalorizada socialmente. Y es que, una cosa es lo que anteriormente he dicho y otra muy distinta es que tan solo un mínimo porcentaje de los aspirantes a una plaza de maestro en la Universidad de Madrid contestó correctamente a preguntas básicas de Geografía y  Matemáticas. Un poco patético. 
Y es que ¿Por qué no fueron capaces de contestar a preguntas tan básicas cómo por ejemplo, por que provincias pasa el río Guadalquivir?¿Por qué no fueron capaces ?Porque realmente han estudiado de cabeza. Aquí se ve que no han entendido lo que estudiaron, ni que se lo enseñaron de manera diferente y didáctica. 
Pero ¿Qué pasa con los que van a los colegios privados ? A ellos no se les realiza ninguna prueba previa. No sabemos si  contestarían adecuadamente o si no. No lo sabríamos.
Pues bien, después de este recopilatorio, me gustaría contestar al título de esta entrada “¿Se sabe ser maestro antes de serlo?” y es que si alguna duda tenía, estas semanas en clase se han esfumado. No se sabe ser maestro antes de serlo, por supuesto que no. Un buen maestro se crea con formación, con estudios, con investigación, trabajo y esfuerzo. Antes pensaba que quizás, podía ser un oficio vocacional. De hecho, cierta parte de mí, lo sigue pensando. No todos están hechos para enseñar ni mucho menos. Pero no sólo sirve tener ganas y pasión por los niños. Con eso no se enseña. 
Y es que si una cosa tengo clara, es que no quiero que mis alumnos piensen lo mismo que yo de mis antiguos profesores. Para ello, intentaré ser diferente, única. Formarme plenamente para que ni nada ni nadie pueda juzgarme. Quién algo quiere algo le cuesta ¿no?






3 comentarios:

  1. Muy bien Cristina. Has tardado, pero nos ofreces un buen trabajo en el que integras muy bien varias lecturas, se ve el manejo de las ideas que has leído y otras que hemos trabajado en clase.
    No obstante, hay algunas cosas que cambiar en esta entrada. Por ejemplo, en el primer párrafo te quedas a medias, sin terminar una frase.
    Hay que corregir algunos errores tipográficos (faltan espacios entre palabras, cosas así, revísalo).
    Efectivamente, no basta con tener ganas y pasión por los niños. Es necesario, pero no suficiente. Como estoy seguro de que eres sincera, te darás cuenta de que tu aprendizaje como maestra sólo acaba de empezar y durará toda tu vida profesional. Suerte y ánimo.

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  2. Perdón por los fallos que tenía, es que lo subí rápido y con las prisas ni lo miré antes :(. También intento siempre subir la entrada a finales de la semana porque suelo coger ideas de las clases y subirlas, por eso que lo suba siempre de las últimas. Gracias por el comentario, ya creo que el blog está en condiciones jajaja

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