martes, 10 de junio de 2014

Un placer

Si miro atrás, hace un par de meses, cuando comencé a ser alumna de Miguel Sola, no imaginaba que, hoy por hoy, pensaría como pienso.
No terminaba de entender la idea de crear un blog, subir entradas... pero realmente ahora sí que lo comprendo: no darnos todo hecho. Ni rastro de libros, ni rastro de clases teóricas, de exámenes... eramos nosotros los dueños de nuestro aprendizaje, eramos nosotros los que teníamos que informarnos con los documentos del campus, con artículos y vídeos extras y por supuesto con las explicaciones y demostraciones en clase.
Si tuviera que ponerle cara, rostro, una única emoción al transcurso del curso me sería imposible. Por ello, lo he intentado resumir al máximo y quedarme con dos emociones.
Al principio, sentía confusión, estrés.. llegué a clase con unas ideas claras, pensando de cierta manera y mi profesor me decía todo lo contrario. No me terminaba de ubicar.
 En algunas sesiones me sentía sin utilidad, sesiones que  rozaban el aburrimiento e indiferencia, pero quizás el fallo fuese mío, no me quito culpa,  pues al estar un poco desorientada no terminaba de motivarme y encontrarme.
Quizás esa incertidumbre de no saber cómo evalúa, de no tener un guión en el que se base.. quizás ese día de presentación me descolocó un poco.  Y es que claro, estamos acostumbrados al típico profesor fiel a unas pautas, fiel a unos objetivos teóricos y, por supuesto, fiel a los exámenes y de repente nos encontramos con un profesor un tanto curioso y singular, que pone patas arriba todo a lo que estábamos acostumbrados.
A menudo salía de clase preguntándome si aprendería, preguntándome cual era el objetivo de este profesor y de estas clases “atípicas”...  y es que realmente pensaba que no iba a aprender nada.
Hoy me doy cuenta de que no es así, y que, seguramente de los profesores que he tenido hasta ahora, sea uno de los que más he aprendido.  Ha conseguido que me caliente la cabeza, que entienda cosas que antes ni me planteaba..  ha conseguido que,aunque no este de acuerdo en todo, comprenda y mire las cosas desde otro punto de vista.
Me queda otra cara, otra emoción para describir el curso. Claramente sería la de satisfacción, comodidad.  A medida que pasaba el curso me daba cuenta de que estaba aprendiendo, de que estaba ampliando y mejorando lo que ya sabía y que, seguramente, no olvidaré jamás.

Y es que al final hasta echaré de menos el blog.

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